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La Consellería de Medio Rural decidió modificar temporalmente el pliego de condiciones de la IGP Ternera Gallega para permitir la congelación de carne mientras dure el estado de alarma u otras medidas similares adoptadas por el Gobierno. La actual crisis del coronavirus provocó restricciones en la comercialización de carne, pues el cierre de la restauración está afectando a la salida de piezas como lomos y faldas, tradicionalmente canalizadas por la hostelería.
Para paliar los excedentes de esas piezas en el mercado, Medio Rural decidió autorizar de manera temporal la congelación de carne de la Indicación Geográfica Protegida, que se podrá seguir comercializando bajo la protección de la IGP hasta el 31 de diciembre. A La hora de vender estas piezas que estuvieron congeladas, Medio Rural recuerda que el consumidor deberá ser advertido sobre el proceso de congelación y la fecha de consumo preferente.
La venta de carne de Ternera Gallega se mantiene a buen ritmo en los supermercados, con importantes crecimientos de ventas en las últimas semanas, pero esa mejora no puede compensar el cierre de la restauración. Esta situación derivó en importantes caídas en el precio de la carne, que en el caso de Ternera Gallega Suprema llegó hasta los 50 céntimos por Kg., siendo inferior la caída en la categoría Ternera Gallega.
La medida de congelar la carne permite que los mataderos, que en algunos casos disponen de importantes cámaras de congelación, puedan continuar dándole salida a todos los animales de la IGP que se acerquen a la edad límite para su sacrificio en el marco de la Indicación, evitando así una depreciación más severa de la carne. La orden de la Consellería do Medio Rural que autoriza la congelación temporal de carne de la IGP puede consultarse en el Diario Oficial de Galicia de hoy.
