Los ganaderos de Ternera Gallega Suprema demandan un precio mínimo para su carne

El vacuno de carne es uno de los sectores más perjudicados por la situación generada por el coronavirus en el mercado agroalimentario, con caídas en los precios en origen que están obligando a las explotaciones a vender incluso por debajo de los costes de producción. Hablamos con ganaderos de la provincia de Lugo que se están organizando para reclamar soluciones.

La ganadería de carne es la base de la economía en gran parte de los ayuntamientos del centro y de la montaña de la provincia de Lugo, con explotaciones familiares en extensivo que apostaron por una producción de calidad y ligada al territorio. Ese fluir acompasado con el ciclo natural hace que la mayor parte de los terneros, y también de los ingresos, se concentren en los meses de la primavera y el verano, desde el mes de mayo al de octubre, que es cuando más demanda hay para la carne que producen y también cuando mayor precio alcanza.

Acusan a la Xunta, a la IGP Ternera Gallega y a Acruga de desentenderse del problema

Pero este año ese comportamiento habitual del mercado ha saltado por los aires a consecuencia del cierre obligado de sectores como la hostelería y el turismo, provocado por la pandemia sanitaria de la Covid-19. Con el grueso de los terneros finalizando su ciclo anual de crecimiento, el panorama que se presenta es desalentador para aquellos que apostaron por incorporarse al sector y vivir de él.

Un grupo de 30 ganaderos de ayuntamientos como Láncara, Sarria, O Corgo, Portomarín, Monterroso o As Nogais, muchos de ellos jóvenes, están organizándose para hacer llegar su situación a la sociedad y para exigir mayor implicación de la Administración y de asociaciones representativas como Ternera Gallega o Acruga, a los que acusan de desentenderse del problema.

Han creado un grupo de facebook al que invitan a unirse a ganaderos de carne Suprema de toda Galicia que estén en su misma situación

Tenían desde hace tiempo un grupo de whatsapp en el que compartían experiencias sobre su profesión, pero ahora lo que comparten todos ellos es su preocupación por la situación que están viviendo. Así que han decidido unirse para hacer algo y luchar por su medio de vida y el de sus familias, que es poco más que el futuro de muchas aldeas del interior de Galicia. Tienen grupo de facebook, que lleva por nombre Gandeiros Galegos da Suprema y al que invitan a unirse a todos los productores de Ternera Gallega Suprema que están en su misma situación.

«Antes de la crisis, estábamos justos y ahora perderé unos 20.000″ euros»«

Francisco Rivas tiene 38 años y vive en la parroquia de Toirán, en Láncara. En el ayuntamiento hay 327 explotaciones de vacuno, 59 de ellas son de leche y las otras 247 ganaderías de carne, muchas de ellas de pequeño tamaño. No es el caso de la suya. Ganadería Rivas cuenta en este momento con 110 madres, tres toros más la recría y los terneros, en total más de 170 cabezas.

Francisco vendía sus terneros a Cárnicas Galbán pero la caída de precios le obligó a buscar otras opciones. «He mandado alguno a través de Aira porque soy socio de la cooperativa y también a un carnicero de aquí de A Pobra de San Xiao, pero ahora ya no sé ni a quién le voy a vender. Los precios no suben de 4,10 o 4,20 euros el kilo. La cosa está muy mal en todos lados, la caída de precios ha sido generalizada», dice.

Con esos precios, asegura, «no dan los números». «Estamos un euro por debajo del precio que debía haber y en 40 terneros pierdes 10.000 euros, yo con los que tengo estoy perdiendo por encima de 20.000 euros. Producir por debajo de costes no debería ser legal. Y no es lo mismo producir un kilo de carne en Salamanca que aquí. Pero el problema es que estamos en manos de cadenas de distribución», considera.

Estamos un euro por debajo del precio que debería haber y en 40 terneros pierdes 10.000 euros. Producir por debajo de costes no debería ser legal

Este ganadero de Láncara lamenta que siempre sea el productor el que sufre las consecuencias de los vaivenes del mercado. «Tengo parientes en Barcelona y les pedí que me mirasen los precios que tiene allí la carne de Ternera Gallega Suprema y me dicen que están desorbitados, así que no entiendo como nosotros cobramos tan poco», dice.

Con los precios que había hasta ahora, afirma, «estábamos muy justos, pero ibas tirando si no tenías problemas de partos o de enfermedades, pero ahora la situación es insostenible», asegura. «Yo gasto por encima de 3.000 euros al mes en pienso y eso que tengo bastante base territorial, unas 65 hectáreas, pero explotaciones que dependan más de comprar pienso con estos precios tendrán que cerrar», justifica.

Yo vendo algún animal para vida, pero los ganaderos que me compran, con los precios a los que les pagan a ellos la carne no pueden pagármelos tampoco mucho

Teme además que los bajos precios de los terneros para matadero también acaben arrastrando los precios de los animales para vida. «Yo vendo algún animal para vida a otras ganaderías, pero ahora con los precios que reciben esos ganaderos por la carne tampoco me los van a poder pagar mucho a mí», argumenta.

Ganadería Rivas está tratando de aguantar lo más posible sus animales para ver si los precios se recuperan algo en las próximas semanas si la hostelería comienza a funcionar de nuevo, aunque no está convencido de que la cosa mejore. «Tengo 14 terneros para sacar ahora, pero no los voy a sacar aún. No sé si haré bien o mal», duda. «Yo contaba con un dinero ahora para pagar el IVA en el mes de julio que ya no voy a tener», explica.

Estamos vendiendo la Suprema a precio de Ternera con sello azul cuando no se puede comparar la carne de cebadero con la que producimos nosotros

Como Francisco, el resto de explotaciones que producen carne marcada como Ternera Gallega Suprema tienen el límite de los 10 meses de edad de sacrificio para que los animales no pierdan esa categoría. «Tengo terneros que llegan a los 300 kilos y en los que pierdes mucho dinero, aunque el problema en este momento es que estamos vendiendo la Suprema a precio de Ternera con sello azul cuando no se puede comparar la carne de cebadero con la que producimos nosotros», afirma.

Márgenes estrechos también en la granja de pollos

Francisco lleva toda la vida entre vacas y ahora junto a su mujer, Mari Luz, han montado también hace año y medio una granja de pollos en la que invirtieron 600.000 euros, contanto entre otros gastos los 100.000 euros que les costó llevar la luz desde un kilómetro de distancia.

Trabajan con Avícola de Galicia (Avigal) para quienes crían 36.000 pollos. «Es lo mínimo para que la granja sea viable, menos de eso no da porque te aprietan y trabajas con márgenes muy pequeños, de céntimos», explica. A pesar de que el consumo de pollo se mantiene, el cierre de la hostelería también está condicionando la producción avícola. «Teníamos que sacar pollo asador para hacer un alivio en la granja y en esta ocasión no va salir», explica.

Los ganaderos seguimos trabajando pero no ganamos un duro y estas semanas hubo ayudas para todo el mundo menos para nosotros. Que hagan algo, sino que no cuenten milongas ni animen a la gente a incorporarse

Francisco se queja de que «esta situación no anima a uno a hacer nada». «Nosotros hicimos unas inversiones grandes, también en la ganadería de vacuno y tal como está la cosa no dan los números. Hubo ayudas para todo el mundo menos para nosotros, los ganaderos seguimos trabajando pero no ganamos un duro», dice. «Hay que hacer algo, de arruinarnos por lo menos que nos oigan, porque el Consejo Regulador de la IGP Ternera Gallega no se acuerda de nosotros y la Administración tampoco», lamenta. Por eso demanda alguna solución a la Xunta. «Sino que no cuenten milongas ni animen a la gente a incorporarse al campo», concluye.

«La carne de calidad está en peligro«

También en el ayuntamiento de Láncara, concretamente en Vilaesteba, está la explotación de Óscar Martínez. Como Francisco, también a él lo de ser ganadero le viene de familia. Tiene ahora 30 años y con solo 18 se incorporó a la explotación que regentaba su madre.

Tiene ahora 55 vacas reproductoras de Suprema en semiextensivo que mete todos los días para que mamen los terneros. «Maman dos veces al día hasta que van a matadero», cuenta. Con 9 meses logra machos con 280 kilos canal y hembras con 240. «Vendo solo lo que producen mis vacas, no compro ni cebo terneros de otras explotaciones», explica.

Su ganadería, Rubio Martínez SC, vende a un tratante de la zona. «Ahora mismo estoy vendiendo a 4,20 y 4,30, el precio me ha bajado 60 céntimos con respecto a lo que estaba cobrando el año pasado en esta época, que era entre 4,90 y 5 euros más IVA. Son 200 euros por ternero, que es el margen que le sacabas», explica.

Necesitamos medidas urgentes porque sinó, si esto sigue así, tendremos que cerrar. Nos sale más caro producir que lo que nos deja el ternero

Este mismo año, antes del coronavirus y en plena temporada de invierno, que es temporada baja para la carne de ternera, los precios de la Suprema estaban en 4,70-4,80 euros el kilo. «A partir de ahora, de mayo a septiembre, era la época que más valían los terneros. Está uno un año esperando para mandarlos y ahora no les ganas nada, porque los gastos son exactamente los mismos», dice.

Óscar no agrupa los partos porque no tiene las condiciones para poder hacerlo. «Al parir las vacas están 20 días dentro con los terneros cuando nacen porque el invierno es duro y no tengo instalaciones suficientes para tener a todas las vacas dentro al mismo tiempo con las crías, sinó lo haría aunque me diese más trabajo», cuenta.

Las medidas de almacenamiento privado no sirven a los productores

Considera que «lo más normal sería tener un contrato con un precio mínimo para todo el año, igual que tienen las explotaciones de leche o los cebaderos, que la mayoría trabajan con un contrato estable de un año a precio fijo», algo que no tienen la mayor parte de las ganaderías de vacuno de carne en extensivo.

A las empresas cárnicas ahora les permiten congelar y el coste del frío se lo paga la Unión Europea. Ellos van a vender después la carne al mismo precio, los perjudicados somos nosotros

«Necesitamos medidas urgentes, porque sinó, si esto sigue así tendremos que cerrar. La carne de calidad está en peligro. Nos sale más caro producir que el valor que tiene el animal ahora mismo en el mercado cuando lo vendemos. Nosotros dependemos de la restauración totalmente, yo eso lo comprendo, pero cuando vas al supermercado o al carnicero los bistés están igual, al mismo precio, o incluso han subido algo estas semanas. A las empresas cárnicas ahora les permiten congelar y el frío se lo paga la Unión Europea. Ellos van a vender después la carne al mismo precio, así que a quien nos roban es a nosotros», afirma.

«Teníamos un grupo de whatsapp de ganaderos desde hace mucho tiempo y ante esta situación decidimos mirar si logramos hacer algo. La idea es hacer una asociación e intentar presionar para que se nos tenga en cuenta», avanza Óscar. Demandan mayor implicación de las asociaciones representativas del sector, tanto de Acruga como de la IGP Ternera Gallega y consideran que la decisión de ampliar a un año a edad de sacrificio dentro de Ternera Gallega acabó perjudicando a los productores de Suprema. «A los cebaderos les dejan tener los terneros hasta el año y así cogen muchos kilos, un ternero de 12 meses puede llegar a los 350 kilos canal, eso nos cierra mercado a nosotros también porque hay abundancia de carne», afirma.

Las explotaciones pequeñas, que somos las que mantenemos la actividad en el territorio, tenemos mucho coste. Trabajamos fincas pequeñas y dispersas

«Las explotaciones pequeñas, que somos las que mantenemos la actividad en el territorio, tenemos mucho coste. Trabajamos parcelas pequeñas por los problemas de minifundio o fincas de alta montaña, donde es mucho menos rentable producir. Yo tengo 20 hectáreas propias, 50 en total porque llevo muchas fincas de los vecinos, repartidas en 90 parcelas. Mis vacas salen todos los días menos 15 días de nieve en invierno y con este tipo de fincas pequeñas y dispersas sacarlas y meterlas todos los días da mucho más trabajo. Las fincas están lejos, son pequeñas y los accesos muchas veces no son tampoco los que querríamos para trabajar con la maquinaria», describe.

«Estamos vendiendo por debajo de costes y cuanto más esperas, más te cuesta el ternero y más le pierdes«

Christian Fontal está recién incorporado. Este joven cuenta con 38 vacas de raza Rubia Gallega en Estacas, en la parroquia de Torés, perteneciente al ayuntamiento de As Nogais. Su idea era aumentar la explotación pero este primer revés se lo va a poner difícil. «Tenía idea de aumentar este año a 50 cabezas y luego ir subiendo, mi intención era ampliar más pero tal como está esto, se pone la cosa complicada. Cada vez tienes más costes porque el pienso está al mismo precio y si quieres comprar un tractor o un apero cada vez cuestan más», dice.

«Yo le vendía a un tratante de la zona que comercializa para toda España y llevaba muchas canales para Valencia. Me pagaba a un precio mínimo de 5 euros más IVA, era a como vendía yo, pero ahora me ha caído entre 60 y 65 céntimos, dependiendo del ternero. Dice que hay saturación y que no le pagan a más, pero en las carnicerías el precio de la carne no ha bajado, todo lo contrario», argumenta.

En las carnicerías el precio de la carne no ha bajado, todo lo contrario

«Se ha demostrado estas semanas de confinamiento que somos un sector fundamental pero no se nos está valorando ahora mismo. En la actualidad estamos al mismo precio que los cebaderos cuando nosotros tenemos el doble de costes porque nuestras vacas tienen que salir a pastar fuera y los terneros tenemos que echarlos dos veces al día para que mamen. Yo pienso que el problema es que más del 85% de la población no sabe lo que es la ternera Suprema y como se cría y por eso no se valora y se comercializa igual la carne de cebadero que la nuestra», opina Christian.

Estas semanas se ha demostrado que somos un sector fundamental pero no se nos está valorando ahora mismo

Miguel y Javier, otros dos jóvenes de As Nogais que producen carne de Suprema, también forman parte del grupo de Gandeiros Galegos da Suprema. «Lo que queremos es reivindicarnos y defender nuestro trabajo», dice Christian. Como muchos de sus compañeros él pertenece también a la Asociación de Criadores de Rubia Gallega. «En Ternera Gallega y Acruga nos dicen que está así el mercado, solución no nos dan ninguna. Nos dicen que hay que esperar a ver si mejora la cosa pero estamos vendiendo por debajo de costes y cuanto más esperas más te cuesta el ternero y más pierdes», asegura.

«Nos están llevando el trabajo de todo un año regalado. No me parece de recibo«

Javier Castro tiene unas 50 cabezas entre vacas y terneros en la parroquia de San Fiz de Reimóndez, en el ayuntamiento de Sarria. Su explotación, Casa Redondo, vende al matadero municipal de A Coruña, Carnicosa, que cuenta además con sala de despiece y transporte. «De vender a 4,90 y 4,80 pasé a 4,30 y 4,20 porque la bajada es mayor cuantos más kilos tienen los terneros. Ya procuro hacer animales pequeños, no les espero tanto, los mando con 15 días o un mes de antelación porque por lo menos no mantienes en vano», explica.

Procuro hacer animales pequeños y mandarlos antes, por lo menos no mantienes en vano

«Lo justo sería establecer un precio mínimo que nos cubra los gastos, porque estamos vendiendo como hace 30 años, yo me acuerdo de ir con mi padre a las ferias y vender al mismo precio que hoy mientras los costes se han incrementado mucho. Con lo que cuesta cuidar un ternero todo el año y la dedicación que eso supone los 365 días del año y nos están llevando todo ese trabajo regalado. No me parece de recibo. Y aún se dice que nos van a recortar la PAC, pues no quedará más remedio que echar el cierre», lamenta.

La carne está al mismo precio que hace 30 años, yo me acuerdo de ir con mi padre a las ferias y vender en lo mismo que hoy

Ante esta situación por la que está pasando el sector «nadie hace nada», se queja. «Nosotros no vamos contra nadie, sólo defendemos lo nuestro», dice, porque «vas a un centro comercial y ves los precios de nuestra carne y no se corresponden, ¿quién se queda con todo ese margen por el camino?», se pregunta. «Dicen que no hay salida para los terneros, pero si son baratos te los llevan, algo falla. Si no hubiese salida no te los llevarían», argumenta.