La producción agrícola que viene: usar la mitad de pesticidas y antibióticos, un 20% menos de fertilizantes y triplicar la agricultura ecológica en 10 años

Presentada la estrategia 'De la granja a la mesa' de la Unión Europea, que pretende crear un sistema sostenible de producción de alimentos saludables y frenar la pérdida de biodiversidad con legislación de obligado cumplimiento, pero sin fondos adicionales

La utilización de métodos mecánicos y biológicos será clave para la reducción de herbicidas e insecticidas

La utilización de métodos mecánicos y biológicos será clave para la reducción de herbicidas e insecticidas

La Comisión Europea ha presentado este miércoles su Estrategia De la granja a la mesa para avanzar hacia una agricultura más respetuosa con el medio ambiente y más sana para los consumidores, que establece objetivos concretos para los próximos 10 años para transformar el sistema alimentario de la UE como son, por ejemplo, reducir un 50% el uso de plaguicidas y antibióticos, un 20% el uso de fertilizantes y alcanzar un 25% de tierras agrícolas dedicadas a la agricultura ecológica en 2030 (en la actualidad el porcentaje se encuentra en el 8% en el conjunto de la Unión Europea).

Durante una rueda de prensa en Bruselas, el vicepresidente ejecutivo responsable del Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans, la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, y el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius han defendido que la Estrategia De la granja a la mesa facilitará la transición a un sistema alimentario sostenible en la UE que proteja la seguridad alimentaria y garantice el acceso a dietas sanas y asequibles por parte de toda la población reduciendo la huella ambiental y climática del sistema agroganadero.

Se fomentarán prácticas alternativas para la protección de los cultivos, usando métodos biológicos y físicos en substitución de herbicidas e insecticidas químicos, que cuando deban ser utilizados deberán ser de bajo riesgo

Entre otras medidas, la UE revisará la Directiva sobre el uso sostenible de los plaguicidas para mejorar las disposiciones relativas a la gestión integrada de plagas, fomentando prácticas alternativas para la protección de los cultivos, usando métodos biológicos y físicos en substitución de herbicidas e insecticidas químicos, que cuando deban ser utilizados deberán ser de bajo riesgo. La Comisión facilitará la introducción en el mercado de plaguicidas que contengan sustancias activas biológicas y reforzará la evaluación del riesgo de los plaguicidas para el medio ambiente.

Una agricultura que cuide el medio ambiente

La nueva Estrategia sobre la Biodiversidad, presentada también juntamente con la Estrategia De la granja a la mesa, pretende «devolver la naturaleza a nuestras vidas», en palabras del Ejecutivo comunitario, abordando «factores clave de la pérdida de biodiversidad, como el uso insostenible del suelo y el mar, la sobreexplotación de los recursos naturales, la contaminación y las especies exóticas invasoras».

El 30% de la superficie europea estará bajo algún régimen de protección en 2030 y el 10% de la superficie agrícola deberá poseer valores paisajísticos

La estrategia presenta medidas concretas para acometer la regeneración de la biodiversidad de Europa de aquí a 2030, lo que incluye transformar un mínimo del 30% de las tierras y mares de Europa en zonas protegidas administradas con eficacia y devolver a un mínimo del 10% de la superficie agrícola unos elementos paisajísticos muy variados.

Recuperación de los polinizadores naturales

La estrategia propone, entre otras cosas, definir objetivos vinculantes para regenerar los ríos y los ecosistemas degradados, mejorar la salud de las especies y hábitats protegidos de la UE, devolver los polinizadores a las tierras agrícolas, reducir la contaminación, hacer más ecológicas las ciudades, aumentar la agricultura ecológica y otras prácticas agrícolas respetuosas con la biodiversidad, y mejorar la salud de los bosques europeos.

La producción científica es clara en cuanto al impacto de los pesticidas sobre la reducción de los polinizadores, lo que tiene un impacto económico muy negativo en la producción (Virginijus Sinkevičius)

Virginijus Sinkevičius, comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, ha asegurado que «la naturaleza es vital y poliniza nuestros cultivos, pero estamos actuando como si no importara y perdiéndola a un ritmo sin precedentes. La producción científica es clara en cuanto al impacto de los pesticidas en la biodiversidad y la reducción de los polinizadores naturales, que tiene un impacto económico muy negativo en la producción y la economía», ha insistido. Por eso, ha dicho, «el objetivo de la UE es proteger y regenerar la naturaleza y liderar el camino hacia un marco mundial ambicioso para proteger la biodiversidad del planeta».

Evitar el deterioro del suelo

Junto a la reducción a la mitad en la próxima década del uso de pesticidas, la Comisión Europea propone también disminuir en un 50% las pérdidas de nutrientes de los suelos agrícolas, garantizando que no se deteriore su fertilidad, lo que permitirá reducir en al menos un 20% el uso de fertilizantes de aquí a 2030.

Será necesario garantizar que no se deteriore la fertilidad de los suelos reduciendo a la mitad las pérdidas actuales de nutrientes

Los Estados miembros de la UE deberán aplicar plenamente la legislación vigente sobre contaminación por nutrientes (nitratos y fosfatos) a fin de evitar las fugas de nutrientes asociadas que contaminan el aire y el agua, llegando a ser perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente. Países como Holanda o Irlanda se han visto obligados a establecer medidas restrictivas en este ámbito en los últimos años.

La Comisión desarrollará junto con los Estados miembros un plan de acción de gestión integrada de nutrientes para reducir y prevenir la contaminación por el uso excesivo de fertilizantes y para fomentar el reciclado de nutrientes procedentes de distintas formas de residuos orgánicos como fertilizantes. Esto contribuirá a lograr la aspiración a una contaminación cero que establece el Pacto Verde de la UE para 2050.

Uso restrictivo de los antibióticos

Asimismo, el Ejecutivo comunitario pretende reducir en este mismo periodo de tiempo (2020-2030) en un 50% las ventas de los tratamientos antimicrobianos utilizados en animales de granja, tanto en la ganadería como en la acuicultura. Determinados tipos de antibióticos, como las quinolonas, el ceftiofur, la ampicilina, la amoxicilina, la gentamicina, la neomicina o la estreptomicina, con importantes consecuencias a la hora de generar resistencias bacterianas, sólo se podrán utilizar en casos muy concretos y siempre con un antibiograma previo que certifique que es imprescindible su uso para hacer frente a la enfermedad.

A partir de 2022 antibióticos como las quinolonas, que generan importantes resistencias bacterianas, sólo se podrán utilizar con un antibiograma previo que determine que es imprescindible su uso como tratamiento para hacer frente a una infección concreta

Para limitar aún más la utilización y promover el uso prudente y responsable de antibióticos en animales, los nuevos reglamentos sobre medicamentos veterinarios y piensos medicamentosos, que serán aplicables a partir de 2022, establecerán una amplia gama de medidas concretas. Su impacto sobre el terreno reducirá el uso de tratamientos en animales de granja, y las ventas se someterán a un seguimiento anual.

«El bienestar animal mejora la salud de los animales y la calidad de los alimentos, reduce la necesidad de medicación y puede contribuir a preservar la biodiversidad. La Comisión está evaluando las disposiciones vigentes en materia de bienestar animal, como las relativas al transporte y al sacrificio de animales, y revisará la legislación de la Unión», avanza el Ejecutivo comunitario.

Trazabilidad y etiquetado

La Comisión Europea también propone medidas en materia de trazabilidad alimentaria, con una mejora del etiquetado para satisfacer mejor las necesidades de información de los consumidores sobre los alimentos saludables y sostenibles. «Nuestros ciudadanos quieren saber más exactamente lo que comen, esta es una tendencia en Europa y en todo el mundo», ha asegurado Frans Timmermans. Paralelamente, la UE intensificará la lucha contra el fraude alimentario a fin de lograr unas condiciones de competencia equitativas para los operadores y reforzar las facultades de las autoridades de control y vigilancia.

La Comisión Europea propondrá el etiquetado obligatorio sobre propiedades nutritivas en la parte frontal de los envases y restringirá la promoción de alimentos con alto contenido en grasas, azúcares o sal

«Los ciudadanos merecen información clara que les permita tomar decisiones de compra. Con objeto de alentar a la industria alimentaria a ofrecer alimentos sanos y sostenibles, la Comisión propondrá el etiquetado obligatorio sobre propiedades nutritivas en la parte frontal de los envases y pondrá en marcha iniciativas para estimular la reformulación de los productos, entre otras cosas, estableciendo perfiles nutricionales para restringir la promoción (alegando propiedades nutricionales o saludables) de alimentos con alto contenido en grasas, azúcares o sal», avanzan desde Bruselas.

La UE pretende «dar ejemplo»

La UE pretende hacer compatible la produción de alimentos con la protección del medio ambiente

La Comisión Europea pretende hacer compatible la producción de alimentos con la protección del medio ambiente

Las estrategias presentadas también pretenden tener unha dimensión internacional. La Comisión Europea pretende que la UE lidere la escena internacional, tanto en lo que se refiere a la protección de la biodiversidad, aumentando la protección de los suelos y regenerando los ecosistemas degradados, como en la creación de una cadena alimentaria sostenible.

«La Estrategia sobre la biodiversidad reafirma la determinación de la UE de dar ejemplo al hacer frente a la crisis mundial de la biodiversidad. La Comisión tratará de movilizar todos los instrumentos de acción exterior y de cooperación internacional para contribuir a fomentar un nuevo y ambicioso marco de las Naciones Unidas en materia de biodiversidad en la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica de 2021, mientras la Estrategia De la granja a la mesa tiene por objeto promover una transición mundial hacia sistemas alimentarios sostenibles, en estrecha cooperación con los socios internacionales», avanza Bruselas.

La Estrategia ‘De la granja a la mesa’ cambiará la manera en que producimos, compramos y consumimos nuestros alimentos (Stella Kyriakides)

La UE se ha comprometido a dar ejemplo en la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles, no solo dentro de sus fronteras, sino también fuera de ellas. Mediante la cooperación internacional, tanto bilateral como multilateral, la UE fomentará prácticas agrícolas más sostenibles que reduzcan la deforestación, aumenten la biodiversidad y mejoren los resultados en materia de seguridad alimentaria y nutrición en terceros países.

Importación de productos de terceros países

La Comisión incorporará estos criterios y prioridades en materia medioambiental, de bienestar animal y seguridad alimentaria en las orientaciones de programación para la cooperación con terceros países en el período 2021-2027 y estaría destinada a ser la norma general para todos los productos introducidos en el mercado de la UE a partir de la firma de futuros nuevos tratados comerciales.

«Los acuerdos comerciales bilaterales de la UE ofrecen un medio para promover las normas medioambientales de la UE en terceros países, además de las normas de seguridad alimentaria y bienestar animal», argumenta el Ejecutivo comunitario. En este sentido, los productos alimenticios importados de terceros países deberán cumplir en el futuro las normas de la UE en materia de medio ambiente.

Los productos alimenticios importados de terceros países deberán cumplir en el futuro las normas de la UE en materia de medio ambiente

Para Stella Kyriakides, comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, «la Estrategia De la granja a la mesa cambiará las cosas para mejor, de forma generalizada, en cuanto a la manera en que producimos, compramos y consumimos nuestros alimentos, lo que redundará en beneficio de la salud de nuestros ciudadanos y brinda la oportunidad de satisfacer el deseo de los europeos de una alimentación sana, equitativa y respetuosa con el medio ambiente».

Aumentar la resiliencia de Europa ante futuras pandemias

«La crisis provocada por la pandemia de COVID-19 ha demostrado hasta qué punto nos hace vulnerables el aumento de la pérdida de biodiversidad y es crucial un sistema alimentario que funcione correctamente para nuestra sociedad», asegura la Comisión Europea.

Como parte fundamental del Pacto Verde Europeo, el objetivo de Bruselas es «reforzar la resiliencia de nuestras sociedades ante futuras amenazas como el impacto climático, los incendios forestales, la inseguridad alimentaria o los brotes de enfermedades, en particular apoyando prácticas más sostenibles en la agricultura, la pesca y la acuicultura, y ocupándose de la protección de la fauna silvestre y el comercio de especies silvestres».

«La crisis provocada por la pandemia de coronavirus ha demostrado lo vulnerables que somos, así como la importancia de restablecer el equilibrio entre la actividad humana y la naturaleza. El cambio climático y la pérdida de biodiversidad constituyen un peligro claro y actual para la humanidad», ha declarado el vicepresidente ejecutivo responsable del Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans, que ha defendido que «es necesario aumentar desde el 8% actual hasta por lo menos el 25% la superficie dedicada a agricultura ecológica en la UE. Es necesario para mejorar la salud de la gente», ha asegurado.

Debemos aumentar desde el 8% actual hasta por lo menos el 25% la superficie dedicada a agricultura ecológica en la UE. Es necesario para mejorar la salud de la gente (Frans Timmermans)

Las dos estrategias presentadas hoy, adoptadas durante el apogeo de la pandemia sanitaria por coronavirus en Europa, son un elemento central del plan de recuperación de la UE y «reviste una importancia crucial para prevenir y reforzar la resiliencia ante pandemias futuras y brindar oportunidades de negocio e inversión inmediatas a efectos de la recuperación de la economía de la UE», destaca la Comisión.

En este sentido, la Comisión intensificará la coordinación de una respuesta europea común a las crisis que afectan a los sistemas alimentarios, evaluará la resiliencia del sistema alimentario comunitario y elaborará un plan de contingencia para garantizar el suministro de alimentos y la seguridad alimentaria que se deberá activar en tiempos de crisis y se renovará la reserva para crisis en el sector agrícola de modo que pueda utilizarse todo su potencial desde el principio en caso de crisis de los mercados de la agricultura.

Sin financiación extra para implantar el Pacto Verde Europeo

El Pacto Verde Europeo, presentado por la presidenta da la Comisión Von der Leyen el 11 de diciembre de 2019, establece una ambiciosa hoja de ruta hacia una economía circular climáticamente neutra, en la que el crecimiento económico esté disociado del uso de los recursos.

Sin embargo, todas estas acciones no irán acompañadas de un gran apoyo económico por parte de Bruselas, ya que únicamente se destinarán 20 millones de euros cada año a fomentar la biodiversidad, procedentes de fondos comunitarios, estatales y privados. «Hacer de la sostenibilidad una marca europea abrirá nuevas oportunidades de negocio y diversificará las fuentes de ingresos para los agricultores», justifica la Comisión Europea.

El próximo paso para la aprobación y entrada en vigor de las dos Estrategias presentadas hoy es la aprobación por parte del Parlamento y el Consejo europeos de sus objetivos y compromisos. La Comisión Europea prestará especial atención a la consecución de los objetivos del Pacto Verde, así como a los derivados de la Estrategia De la granja a la mesa y de la Estrategia sobre Biodiversidad para 2030 y pedirá a los Estados miembros que establezcan valores nacionales explícitos para los objetivos de ambas estrategias, teniendo en cuenta su situación específica y las recomendaciones hechas para cada país.

Contra las «políticas de escaparate» de Bruselas y la «culpabilización» del sector agroganadero

Las reacciones a la presentación de la Estrategia De la granja a la mesa han puesto el foco en el aumento de costes que para los productores tendrá la aplicación de las medidas propuestas, reclamando a la Comisión Europea que acompañe estas nuevas exigencias con la financiación necesaria para su implementación, además de pedirle que no culpabilice injustamente al sector agroganadero de la destrucción del medio ambiente y establezca medidas para un reparto justo de la cadena de valor de los alimentos.

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha asegurado a través de una nota de prensa que comparte los objetivos de la Estrategia De la granja a la mesa pero «difiere claramente» en la forma en la que se pretende abordar. “Resulta hipócrita e incoherente que la UE pretenda que los agricultores y ganaderos afronten los retos de un sistema alimentario más sostenible, con el consiguiente aumento de costes que eso supone, bajo la amenaza de recortes en el presupuesto comunitario para el periodo 2021-2027 y la destructiva competencia desleal de las importaciones de terceros países», ha subrayado el Secretario General de COAG, Miguel Blanco.

No vamos a permitir que los agricultores financien una vez más las políticas de escaparate verde de la UE. Resulta incoherente exigir más compromisos a los agricultores y ganaderos, con el consiguiente aumento de costes de producción, sin reforzar el presupuesto comunitario de la PAC y sin cuestionar los tratados de libre comercio con terceros países (COAG)

«No vamos a permitir que los agricultores financien una vez más las políticas de escaparate verde de la UE; si los políticos de Bruselas quieren lucir escaparate tiene que haber recursos en la trastienda, y eso pasa por reforzar el presupuesto para las políticas agrarias y exigir los mismos estándares de calidad y seguridad alimentaria, sanidad vegetal y bienestar animal, a las importaciones agrarias de terceros países”, ha añadido.

«Resulta incoherente exigir más compromisos a los agricultores y ganaderos, con el consiguiente aumento de costes de producción, sin reforzar el presupuesto comunitario de la PAC y sin cuestionar los tratados de libre comercio con terceros países para establecer el principio de preferencia comunitaria y condicionando las importaciones a los estándares de calidad, sanidad vegetal y bienestar animal que ya cumplen los productores europeos», critica Miguel Blanco.

En este sentido, desde COAG se reclama a la UE que, antes de implementar la Estrategia De la granja a la mesa, «se revisen todo los acuerdos comerciales de libre comercio con terceros países, se refuerce el control de las importaciones, se establezcan políticas de preferencia comunitaria y se apueste de forma decidida por la potenciación del modelo social y profesional de agricultura para garantizar la soberanía alimentaria de Europa, abordando retos como el despoblamiento, el relevo generacional o la incorporación de jóvenes».

Encarrilar el desequilibrio en la cadena alimentaria

También muestra su compromiso con el Pacto Verde y las estrategias De la granja a la mesa y por la Biodiversidad para 2030 Cooperativas Agro-alimentarias de España, que a través de un comunicado considera que «modificar el modelo productivo agroalimentario europeo para luchar contra el cambio climático probablemente es el debate y el cambio más importante para el sector desde que se existe la PAC».

Sin embargo, para Cooperativas Agro-alimentarias de España la sostenibilidad medioambiental no será posible sin sostenibilidad económica. «Preocupa que la Comisión Europea abra el debate con unos objetivos medioambientales muy ambiciosos, sin tener en cuenta la falta de rentabilidad de un sector productor que ha demostrado ser básico en el abastecimiento de alimentos a la sociedad, mientras ha estado confinada por la pandemia del COVID-19», argumentan.

En opinión de las cooperativas, «para alcanzar los objetivos será fundamental diseñar medidas de impulso estructural que sirvan para encarrilar el desequilibrio en la cadena alimentaria donde el sector productor es el eslabón más débil y el primero en sufrir y abordar la pérdida de competitividad de un modelo productivo europeo que será más exigente, respecto de los productos importados producidos con condiciones menos restrictivas».

La producción española y europea deben seguir siendo competitivas en los mercados internacionales, por lo que se necesitará una gran inversión pública y unos plazos de adaptación realistas (Cooperativas Agro-alimentarias de España)

«Las cooperativas agroalimentarias son las empresas que, estando en manos de agricultores y ganaderos, refuerzan la posición de los productores en la cadena. Por tanto, son estructuras empresariales que se deben reforzar para asegurar la producción sin dejar a los agricultores y ganaderos detrás, porque las cooperativas son las únicas capaces de generar mayor valor y transmitir el beneficio que generan», consideran.

«La sociedad debe saber, contrariamente a lo que se pueda percibir, que agricultores y ganaderos llevan más de 30 años trabajando por mejorar la sostenibilidad medioambiental de sus explotaciones. Desde 1990 el sector ha reducido en un 20% sus emisiones y un 18% sus vertidos de nitratos a los ríos, según datos de la propia Comisión Europea. Los poderes públicos deben comunicar a la sociedad la realidad del conjunto del sector, informando y huyendo de visiones negativas, porque la agricultura y la ganadería son parte de la solución y no el problema», añaden las cooperativas españolas, que afirman que lograr hábitos de consumo de alimentos sanos «se alcanzarán progresivamente con políticas de educación y formación, y no culpabilizando producciones, como la ganadera, que son vitales en nuestras dietas, además de conseguir una gestión territorial sostenible económica, social y medioambientalmente».

Una idea sobre “La producción agrícola que viene: usar la mitad de pesticidas y antibióticos, un 20% menos de fertilizantes y triplicar la agricultura ecológica en 10 años

  1. Víctor Tambo

    Interesante información, eso determina conocer a donde vamos en adelante no solo en los próximos años

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