Greenalia arranca la central de biomasa de Curtis

La planta, que se abastece de restos de tala, inició ya la venta de energía eléctrica y quedará definitivamente en servicio a final de marzo. Inquietud en el sector forestal por la posibilidad de que la central queme madera apta para uso industrial, una opción que descarta la empresa

Greenalia arranca la central de biomasa de Curtis

Planta de Greenalia en funcionamiento, con el parque de biomasa en primer plano. Imágenes: Greenalia.

La central de biomasa de Teixeiro (Curtis), que produce energía eléctrica a partir de restos de tala, está ya en marcha en una fase de pruebas. Greenalia, la firma gallega promotora de la instalación, espera que la puesta en marcha definitiva se haga a finales de marzo.

El complejo empleará alrededor de 500.000 toneladas anuales de restos de tala (ramas, corteza) en la producción eléctrica. Para la captación de los restos de tala, la empresa cuenta ya con una veintena de equipos de recogida y empacado funcionando en el monte e incorporará otros 10 en el mes de abril.

Entre el sector forestal, surgieron en los últimos meses dudas de que Greenalia sea capaz de cubrir las 500.000 toneladas anuales que precisa sólo con restos de tala. Las industrias de la madera, en especial las que trabajan con diámetros más delgados, como las de tablero, temen que la central de biomasa se abastezca también de madera apta para trituración, como el puntal de pino.

Industria de la madera
Consultada sobre esa inquietud, la secretaria xeral de la Federación de Aserraderos y Rematantes de Galicia (Fearmaga), Ana Oróns, señala que la puesta en marcha de la planta es positiva “siempre que no distorsione el mercado”. “Apoyamos la energía renovable y toda iniciativa que signifique un crecimiento para el sector, pero será precisa la adopción de controles y medidas que eviten que se queme madera, igual que ya se hizo en otros países de Centroeuropa que han impulsado instalaciones de producción eléctrica con biomasa”, argumenta la secretaria xeral de Fearmaga.

«Apoyamos la energía renovable, pero son precisos controles y medidas para evitar que se queme madera. La prioridad es el abastecimiento de la industria» (Ana Oróns, Fearmaga)

“La prioridad tiene que ser la de garantizar el autoabastecimiento de madera por parte de la industria”, concluye Ana Oróns. Desde la Federación de Aserraderos también se recuerda que la biomasa de restos de tala ya venía siendo un recurso tradicionalmente usado por algunos aserraderos e industrias. “Ahora bien, para toda la biomasa que podía quedar sin valorizar en el monte, es una buena noticia que haya un nuevo destino en la central de biomasa”, precisan.

Valoraciones de Greenalia
La inquietud de la industria forestal sobre la posibilidad de que la central consuma madera apta para otros usos es descartada de plano por el director de operaciones de Greenalia, Mauro Coucheiro: “A día de hoy no es posible consumir puntal de pino ni ningún otro tipo de madera para producir electricidad porque es económicamente inviable. De hecho, para algunas de las pruebas que tuvimos que pasar en el último mes, precisamos consumir de forma extraordinaria una cantidad de leñas y puntales, lo que nos permitió constatar que es totalmente inviable”, concluye.

«El único combustible económicamente viable es la biomasa forestal residual. Quemar leñas o puntales es totalmente inviable» (Mauro Coucheiro, Greenalia)

“El único combustible económicamente viable es la biomasa forestal residual, de la que hay sobras suficientes en el monte. Para eso hicimos una inversión en 30 equipos de recogida y formamos a 60 operarios” -explica Mauro Coucheiro-. “En estos momentos, no damos abasto para atender las solicitudes para recoger biomasa y sólo estamos trabajando en la provincia de A Coruña y en parte de Lugo”, apunta.

Vídeo con explicación de las instalaciones que integran la central

Propietarios forestales
Otro colectivo que plantea incertidumbres sobre la central de Greenalia es el de los propietarios forestales. Desde la Asociación Forestal de Galicia, su director, Francisco Dans, tiene advertido de la necesidad de establecer transparencia en los precios de la biomasa. “La biomasa de los restos de tala es un recurso, no un residuo”, defiende.

Para el propietario existe también la posibilidad de triturar los restos de tala y dejarlos en la parcela, a modo de nutrientes para el siguiente ciclo de plantación, si bien en ese caso el propietario tendría que afrontar los costos de trituración de los restos, que en Greenalia cifran en 3 euros por tonelada de madera cortada.

Equipo de recogida de biomasa de Greenalia en monte.

Equipo de recogida de biomasa de Greenalia en monte.

Así las cosas, se espera que la puesta en marcha oficial de la planta a final de mes vaya clarificando el escenario en el monte. Greenalia, que se benefició de la subasta estatal de megawatios de energías renovables con primas, tiene que comenzar este mes a operar la planta de una manera continuada, tal y como se recogía en las condiciones de la subasta.

Dado que la puesta en marcha final de la planta coincidirá en plena campaña electoral para las elecciones gallegas, es previsible que la central no tenga un acto inaugural como tal antes del 5 de abril, sobre todo teniendo en cuenta la polémica que rodeó a la empresa por el fichaje de la ex-conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, como directora de Responsabilidad Social Corporativa.

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