Ganadería San Rian Holstein: apuesta por la mejora genética como estrategia de futuro

Visitamos esta ganadería del ayuntamiento coruñés de Brión que desde el 2005 viene realizando una apuesta estratégica por la mejora genética. Y eso no sólo le permitió incrementar notablemente la rentabilidad de su rebaño sino constituir una creciente fuente de ingresos.

Ganadería San Rian Holstein: apuesta por la mejora genética como estrategia de futuro

De izquierda a derecha: Daniel, Merchi y Ramón

San Rian Holstein Sociedad Cooperativa Gallega es una ganadería del ayuntamiento coruñés de Brión, fundada en el año 2005 a partir de la unión de dos explotaciones, Ganadería Sancho y Ganadería Rianxeiro, que vieron en la asociación la única forma de ser competitivos y de garantizar el relevo generacional.

En la actualidad está integrada por cuatro socios (los matrimonios formados por Daniel y Merchi y por Ramón y María José) que manejan 150 animales, de los que 62 son vacas en ordeño, que están en un sistema de estabulación trabada, 13 secas y 75 recría. La base territorial de esta explotación asciende a unas 40 hectáreas, de las que en 32 siembran maíz forrajero en rotación con hierba y en las 8 restantes, las más lejanas o las de peores condiciones agronómicas, mantienen la pradera permanente.

Pero si algo distingue a esta ganadería es su apuesta estratégica por la mejora genética, un proceso que comenzaron en el año 2005 y que hoy les está dando unos beneficios palpables. Ejemplo de eso es que en las últimas pruebas de Conafe del mes de noviembre San Rian Holstein SCG se situó cómo la quinta mejor ganadería de España por ICO para explotaciones de 75 a 200 reproductoras, con un total de 2.552 puntos.

“En el año 2005 visitamos la ganadería de Manuel Caneda Raviña y allí fue donde vimos la importancia de la mejora genética. A partir de ahí empezamos a comprarle embriones, a adquirir animales también en la finca de Bos, y a importar nosotros directamente de Alemania, Francia o de Estados Unidos”, explica Daniel, uno de los socios de esta ganadería.

El criterio que utilizaron para este proceso de selección fue un equilibrio entre producción y calidades, sin descuidar el tipo. “Y ahora -explica- estamos en un momento donde hacemos una selección a la carta de lo que nos demanden los ganaderos”.

 “Hacemos una selección genética a la carta de lo que nos demanden los ganaderos”

Las familias más presentes en San Rian Holstein son Noami Storm, Durham Daisy, Durham Jericho, Cosmopolitan, Leadman Mahe o Venice. “Una de nuestras familias más destacadas es la de Naomi Storm, procedente de los primeros embriones de Casa Caneda, una línea con una vaca con 15 estrellas. Son las que más demanda tienen y en ellas llegamos a tener la número 1 de Conafe por grasa, la número 1 por proteína y también la primera por ubres”, destaca Daniel.

En el 2009 importaron una vaca de la familia Planet, que a pesar de los problemas iniciales, les permitió sacar una familia LautorithyxPlanet de la que comercializaron con éxito tanto embriones como primerizas preñadas.

La venta de genética en el caso de los embriones la realizan a través de la empresa Xénese, fundamentalmente a ganaderías de Galicia, y también tienen un acuerdo de entrega de machos con los mejores datos de genotipado a la empresa pública gallega Xenética Fontao.

“Desde el año 2015 la venta de genética nos está dando beneficios, a pesar de que prácticamente no hacemos publicidad, y el pasado año supuso alrededor del 20% de la facturación de la explotación”, explica Daniel.

Pero el principal beneficio de la mejora genética está en los rendimientos, y por lo tanto en la rentabilidad del propio rebaño, que pasó de tener un ICO de alrededor de 1.200 puntos en el año 2005 a más de 2.500 en el 2016. “Y esto en las producciones supuso pasar de una media de algo menos de 9.000 litros por vaca a más de 12.000 litros por lactancia en la actualidad”, destaca este ganadero.

Claves del manejo

Pero como bien reconoce Daniel, “la mejora en el manejo también fue clave para que las vacas pudieran expresar este mejor potencial genético”.

Y como puntos clave sitúa la calidad de los forrajes propios, el bienestar animal y no escatimar recursos en la alimentación de la recría, sobre todo durante el primero año de vida.

“Lo principal es la calidad de los forrajes propios, no sólo una vez que los cortas sino también mientras que están almacenados, manteniendo una buena limpieza en los silos, y retirando la comida que está estropeada”, subraya.

En cuanto al rendimiento de los forrajes, en el caso de la hierba Daniel destaca que en San Rian Holstein lograron este año un 20% de proteína bruta, con un 28% de materia seca. Y en cuanto al maíz, los rendimientos medios de esta explotación oscilan entre las 35 toneladas de materia húmeda por hectárea en un mal año y las 50 toneladas en una buena cosecha.

Un buen mantenimiento de las camas es otro aspecto de manejo al que prestan especial atención. “Las llenamos una vez a la semana, con una mezcla de 70% de serrín y 30% de carbonato cálcico, un producto adecuado para el sistema de estabulación trabada que tenemos y que además nos permite mejorar el PH de nuestras parcelas sin necesidad de encalar”, destaca Daniel.

Un buen sistema de ventiladores se encarga también de mantener una temperatura fresca para evitar que las vacas padezcan estrés en los días de calor.

Ración y calidades de la leche

Con los forrajes propios y comprados elaboran una ración que para las vacas en lactación consiste en: 1,5 kilogramos de paja, 9,5 kilos de concentrado, 15 de silo de hierba, 25 kg de silo de maíz y 10 kilogramos de bagazo de cerveza.

Para las secas y las novillas de más de 12 meses elaboran una ración propia consistente en 6 kilos de paja, 5 kg de silo maíz y 3 kilogramos de concentrado especial para secas.

“Nuestra mezcla es económica, pues está alrededor de 232 euros la tonelada”, subraya Daniel.

Con esta ración las vacas en ordeño producen un promedio de 38 litros, con unas calidades de 3,70/3,80 de grasa y un 3,30/3,40 de proteína. En total, la producción en el año 2016 de San Rian Holstein SC ascendió a algo más de 700.000 litros que le venden a la industria láctea Nestlé.

Recría: “Durante el primero año no se debe escatimar en alimentación”

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Otro aspecto al que prestan especial atención en esta ganadería es la recría de las novillas. “Criar por lotes, una correcta transición en el destete y no escatimar gastos en alimentación durante el primer año son claves”, resume Daniel.

Así, en una primera fase, hasta los dos meses o hasta que la becerra alcance los 75 kilos de peso, reciben leche de vaca de la propia explotación. “Fue una decisión que adoptamos con la leche que iba por fuera de contrato, y sobre la que la industria nos estaba aplicando un descuento de 9 céntimos. No sólo ahorramos en leches maternizadas sino que notamos que las terneras crecen mejor”, destaca.

“Con la leche de vaca notamos que las becerras crecen mejor”

El destete lo realizan de manera progresiva, “lo cual no sólo es positivo para el becerro, sino también para el ganadero, que no tiene que aguantar su berreo”, bromea Daniel. En esta segunda fase y hasta los 4 meses de vida, las terneras reciben un ración en exclusiva a base de pienso starter con alto porcentaje de proteína y algo de paja.

Posteriormente, desde los 4 hasta 8 meses comen paquetes de ración y de los 8 las 12 meses cada dos novillas comen la ración de una vaca en ordeño. Y de 12 meses hasta el parto reciben la misma ración que las secas.

Las becerras se inseminan de media con entre 13,5 y 14 meses. Realizan genotipado únicamente de las terneras de familias que destacan y a las mejores las inseminan con semen sexado, “aunque ahora utilizamos un poco menos porque una fuente de ingresos es colocar sementales”, matiza Daniel. En el resto emplean semen convencional o las emplean cómo receptoras de embriones.

Futuro: Unas nuevas instalaciones y crecer a medida que aumente la base territorial

En cuanto al futuro, los socios de San Rian Holstein SCG tienen previsto ampliar las instalaciones para que las vacas en ordeño estén en un sistema de estabulación libre, pero seguir ordeñando en trabado, y destinar los establos actuales para las novillas.

“Pero todo depende de que también crezcamos en base territorial, para producir el máximo de forrajes propios, y depender lo menos posible de las compras de materias primas, que hoy están baratas pero en el futuro no se sabe”, aseguran.

“Es precisa una segunda concentración parcelaria”

En cuanto a la base territorial, ven imprescindible una segunda concentración parcelaria para poder trabajar fincas más grandes que reduzcan los costes de producción. “Las fincas que trabajamos son de una concentración que se hizo hace 50 años y hoy se quedaron pequeñas, lo que nos incrementa los costes, con mucho gasto de desplazamiento”, advierten.

Las claves de San Rian Holstein SCG:

-”En tan sólo doce años pasamos de un ICO de 1.200 puntos a más de 2.500”.

-”Es clave cuidar la calidad de los forrajes en la finca, pero también la limpieza y la calidad del silo. Nos ahorrará muchos problemas”.

-”Si aumentamos el rebaño será porque incrementamos la base territorial”.

-”Con la leche de vaca notamos una importante mejora en las becerras”.

-”No hay que escatimar gastos de alimentación en el primer año de vida”.

 

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